moviendote a traves del miedo

Son los pequeños miedos los que disimuladamente nos roban nuestras vidas. Los grandes conceptos- muerte, pérdida, significado de la existencia… esas cosas tan grandes las podemos ignorar durante la mayor parte de nuestros días. Filósofos y teólogos pueden andarse con sutilezas e inquietarse sobre los detalles de estos, pero la mayoría de nosotros no tenemos el tiempo, las ganas, o simplemente somos afortunados de no tener demasiada curiosidad. Y muchos miedos son racionales, claro está, y pueden ser aliados de nuestras vidas; el miedo que incrementa nuestra alerta al pasar por una parte oscura de la ciudad, por ejemplo, o el miedo a caer que rápidamente experimentamos al ponernos de pie demasiado cerca de un acantilado en un día ventoso.

Sin embargo, el miedo es una bestia lista. Detrás de la fachada racional del miedo es donde el auténtico peligro se encuentra, envenenado como la cola del escorpión y listo para picar.

¿Que parte de nuestro día es sustraída por estos pequeños miedos? Es más de lo que puedes pensar en un principio. Son del tipo de las que apenas notamos y raramente ignoramos. Están los miedos que hacen el día más cómodo: El miedo a destacarse que nos hace conformarnos casi todos los días; el miedo que se rían que nos mantiene en silencio cuando querríamos soltar una carcajada; el miedo al rechazo que nos hace evitar muchas conexiones potenciales, etc. Estos miedos a los que estamos acostumbrados, nos permite pasar el día de una forma tranquila y con los menores conflictos posibles. Son los miedos que nos hacen llegar a trabajar a la hora, que nos retiene a la hora de cuestionar las opiniones o los métodos de los superiores. Son los miedos que nos llevan hacia lo que es llamado como metas respetables y que nos han dicho que merece la pena conseguir.

El miedo asegura estar siempre a la defensiva, siempre respondiendo en el presente a nuestras peores imaginaciones de que traerá el futuro si no lo hacemos. El miedo a las consecuencias limita las acciones que tomamos. El miedo se convierte pues en el actor de nuestras vidas, mientras que poco a poco nos unimos a la audiencia, convirtiéndonos en meros espectadores de la rutina de cada preciado día. Por ello pasamos tanto tiempo complaciendo a nuestro miedo mientras que la vida pasa.

¿Que tiene que ver esto con el Parkour?

Todo: Pues practicar Parkour es perseguir ese miedo, para superarlo. Enfrentarse a él desnudo y solo. En el parkour, es donde sacas tu esencia. No hay ningún tipo de equipamiento sobre el que confiar, no hay arneses de seguridad o protecciones que ponerte, no hay compañero para relevarte cuando te encuentres exhausto. Eres tú y solo tú. Lo único que te previene de lesionarte o hacerte daño son tus habilidades y tu juicio, el de nadie más. Algo que en sí mismo es una gran proeza, pero que se puede convertir en una carga. Eres tú quien se enfrenta al miedo. Las teorías de otras personas sobre el miedo aquí no sirven para nada. No puedes entender tus miedos de acuerdo a Freud o Jung o cualquier otro- ellos no estarán allí cuando hagas un salto de brazo, un fondo y ruedes o cuando hagas un gato. En esos momentos eres solamente tú.

Parkour es movimiento, y todo movimiento está conectado al miedo. Es a través de un principio conocido como “miedo-reacción” por el cual nuestro cuerpo aprende, a una temprana edad que no hacer, como no moverse, por qué no caerse. Aprendemos a evitar el dolor y buscar la comodidad, y si experimentamos esa incomodidad debido a una cierta acción, nuestro cuerpo nos quita las ganas de volver a intentar esa acción otra vez. El “miedo-reacción” es nuestro modelo condicionante de conducta frente al movimiento, respiración, postura… es algo aprendido frente al stress un susto o un golpe. Esto afecta a todo el mundo, nadie escapa de ello.

Obviamente, este condicionante pertenece al pasado. Nuestro cuerpo reacciona en el presente al miedo de lo que ocurrió en el pasado. Por lo tanto, el miedo pertenece al pasado. Habita en nuestra memoria, y desde ahí es proyectado al futuro y, con normalidad, nos encontramos a nosotros mismos viviendo en ese miedo en uno de los dos- el pasado o el futuro. Esto quiere decir, que en el momento presente, el miedo no existe en si mismo. Por ello, para librarnos del miedo, debemos vivir ese tiempo presente, vivir plenamente y ahora. No es fácil, pero el parkour es una disciplina que nos puede ayudar a ello.

Es un hecho que nuestro potencial físico natural y nuestro talento están más allá que los límites que nos ponemos nosotros mismos. Es el condicionamiento, tanto mental como físico, el que nos aleja de esos límites, que nos permite el aprendizaje de habilidades y técnicas que nos permitan experimentar ese límite natural del cuerpo y despreciar los límites impuestos por nosotros mismos. No se trata de un mejora progresiva de nuestras habilidades, si no más bien de un una disminución progresiva de los miedos. Tan solo debemos liberarnos de nosotros mismo para poder encontrar nuestro auténtico potencial. Debemos eliminar esos miedos para descubrir nuestra habilidad y soltura natural. La práctica de nuestro arte necesita que nos encontremos totalmente concentrados en el momento y libres de viejas limitaciones; después de todo, su práctica implica la libertad de uno frente a los límites. Y es en ese preciso momento de la auténtica práctica cuando empezamos a superar ese “miedo-reacción” y romper sus barreras.

Es todo un proceso. Obsérvate; toma nota de las dudas, indecisiones, los pensamientos negativos, y las tensiones mientras tu cuerpo se mueve. Date cuenta de que esas cosas son elecciones tuyas con las que podrías estar perfectamente sin ellas. La tensión es una opción. Inténtalo de nuevo. Haz un breve diagnóstico de tu cuerpo y te darás cuenta de que hay muchos músculos que están innecesariamente en tensión. Ahora elige relajar esos músculos. Fácil, después de percatarte de donde se encontraban esas tensiones. El truco está llevar esta práctica afuera tanto como sea posible, y la práctica será mucho mejor. De este modo, aprendemos a elegir nuestras acciones y respuestas en vez de ser un producto de nuestras reacciones. Desde aquí podremos destapar nuestro auténtico potencial, y de ahí es de donde surge la maestría. Ahí es donde el “Flow” reside.

Cuanto más concentrado estés en lo que estés haciendo, menor energía y sentimientos transmitirás a ese miedo del pasado y del futuro. Todo esto hará que tu acción permanezca completa y sin perturbaciones. Este concepto tiene numerosos nombres dependiendo de cada cultura y filosofías- pero de nuevo, el nombre que alguien le dé no significa nada para ti. Experiméntalo, ve a por él y te darás cuenta de que no necesita ningún nombre.

El miedo es algo estático, no permanece en el movimiento. Imagínate un camino en mitad del bosque por la noche. Caminas por ese sendero normalmente. Ahora tu mente se imagina un ataque espontáneo de una serpiente o una araña cayéndote desde una rama. Es entonces cuando sientes el miedo, y este va creciendo con cada paso que des. Sin embargo, imagínate que tienes tiempo para reaccionar y esa serpiente no tiene tiempo a atacarte, quedándote fuera de su alcance. En ese momento no ha existido el miedo. Todos tus esfuerzos se han concentrado en moverte y escapar. El miedo existía antes del ataque, y seguramente volverá después de él, pero en el momento de la acción, el miedo no ha existido.

Pero lo fascinante de ello es que durante el largo periodo que has estado andando por el bosque, sintiendo miedo, el hecho es que has estado a salvo y no has sido atacado. En la pequeña parte en que te encuentras realmente en peligro, el miedo ha cesado. Entusiastas de los deportes de riesgo, así como los supervivientes de situaciones extremas han sentido lo mismo. En momentos de gran presión y necesidad, la angustia desaparece y deja paso a nuestra esencia, a nuestras auténticas habilidades, pareciendo súper humanos. No acercamos al miedo y este pierde su poder frente a nosotros.

Ahora imagínate poder expandir ese momento de “no miedo” para la próxima vez que tengas que caminar por ese sendero. El resultante es un momento en el que vas precavido y alerta, pero sin problemas, sin esfuerzo, sin paranoia. Es ahí donde debemos intentar encontrarnos. En este estado de gracia, de soltura en el movimiento, libre de ese “miedo-reacción” y de las tensiones innecesarias del cuerpo. Estar en armonía con todo lo que normalmente estamos en conflicto. Esa es nuestra auténtica naturaleza, aquella que permanece oculta durante la mayor parte de nuestra vida hasta que aprendemos a movernos más allá del miedo.

De este modo, sin miedo, pasear por el bosque oscuro se convierte en una experiencia muy gratificante.

Ejercicion para la rehabilitación de los tobillos

Hay que tener en cuenta que muchos de estos ejercicios son para lesiones graves de tobillos, y antes un esguince muy leve, algunos pueden resultar muy sencillos. Intentar siempre ser consciente del trabajo, y tomarse un tiempo bien empleado en los ejercicios.

Ejercicios de equilibrio

1- Apoyarse sobre una pierna (la lesionada) manteniéndose quieto y en equilibrio. Se cuentan los segundos que se pueda mantener el apoyo sobre un solo tobillo, y se va en aumento por cada repetición del ejercicio. Se puede empezar con la pierna sana con el fin de comparar el tiempo de aguante respecto a la pierna lesionada. Hacerlo seis veces seguidas, de tras a cuatro veces diarias.

2- Igual que en el ejercicio anterior, pero esta vez cerrar los ojos. Repetirlo tres veces, tres o cuatro veces al día.

3- Mantener el equilibrio con una pierna y levantar los brazos por encima de la cabeza haciendo círculos con ellos. Mantener la postura y el equilibrio. Medir el tiempo aumentando o igualándolo en cada repetición. Repeticiones de tres, tres veces al día.

4- Mantener el equilibrio con la pierna lesionada y un balón ligero en las manos. Lanzar el balón al aire y cogerlo tantas veces como sea posible, sin perder el equilibrio. Repetirlo dos o tres veces diarias.

5- De puntillas sobre una pierna, hacer flexiones yendo de arriba abajo tantas veces como se pueda. Mantener el equilibrio, y repetirlo tantas veces como sea posible. Repetirlo y aumentar el número al menos una vez al día. Tres veces, tres veces al día.

6- Manteniendo el pie lesionado plano sobre el suelo, doblar la rodilla hacia delante sobre el tobillo, luego estirar la rodilla y ponerse de puntillas. Doblar de nuevo la rodilla y repetir el ejercicio. Intentar llegar hasta quince movimientos consecutivos. Tres veces al día.

Ejercicios isométricos

Ejercicios útiles cuando no se puedan hacer los anteriores. Se pueden hacer, por ejemplo mientras se esta sentado trabajando.

1- Colocar un pie encima del otro. Presionar con el pie superior hacia abajo, y con el pie inferior hacia arriba, de modo que se mantenga la tensión muscular pero no se produzca movimiento. Contar hasta cinco, y relajar completamente. Invertir la posición de los pies y repetir el ejercicio.

2- Cruzar los tobillos y colocar los bordes externos de los pies juntos. Presionar los bordes entre sí durante cinco segundos. Luego relajarlos.

3- Igual que en el ejercicio anterior, solo que esta vez con los bordes internos del pie.

Ejercicios dinámicos

Se recomienda no empezar este tipo de ejercicios hasta una semana después de comenzar con los ejercicios de equilibrio.

1- Pesos en dorsoflexión. Sentarse de modo que el pie cuelgue hacia abajo (en una mesa o silla alta). Colgar sobre el pie un peso, manteniendo un ángulo recto entre el pie y la espinilla. Elevar el pie hacia arriba y girarlo hacia el exterior (es decir, en diagonal), y mantenerlo en esa posición tres segundos. Después, relajar despacio el pie y dejarlo volver a la posición de partida. Repetir en tres series de diez, empezando con un peso de un kilo, y aumentando el peso semanalmente.

2- Cruzando las piernas, levantarse, y sentarse en una silla con los tobillos cruzados, y las rodillas en ángulo recto. Levantarse sin cambiar de posición, y luego bajarse hasta rozar la silla, sin sentarse. Repetirlo de manera continua, empezando por diez repeticiones y aumentando progresivamente hasta treinta.

3- Pasos laterales. Por encima de una línea recta, andar de lado cruzando un pie delante del otro. Hacer treinta pasos haciendo un lado, treinta hacia el otro, e invertir la posición de los pies.

4- Saltos de lado. Manteniendo los pies juntos, saltar de lado sobre una línea recta veinte veces en cada dirección.

5- En grupos de veinte saltos, saltar a la pata coja sobre una línea recta.

6- Saltar a la pata coja 20 veces de lado por una línea recta en cada dirección.

7- Dibujar dos líneas paralelas con un pie de separación. Colocándose en una a la pata coja, saltar hacia la otra mientras se avanza (es decir, en diagonal). Repetir treinta veces.

8- Cruce alternativo de piernas. Agacharse apoyando las manos en el suelo. Lanzar una pierna hacia atrás sin doblar, y tocar el suelo. Doblarla hasta la posición inicial, y lanzar la otra pierna. Mantener un movimiento continuo. Repetir veinte veces.

9- Chutar una pelota de goma contra una pared, sin parar, veinte veces, y repetir lo mismo con el otro pie. Empezar a dos metros de la pared y aumentar la distancia gradualmente.

10- Colocarse lateralmente a una pared, y lanzar una pelota de goma con la parte externa del pie, continuamente, veinte veces. Empezar a doce metros de la pared, e ir aumentando la distancia. Repetir con el otro pie.

11- Colocarse lateralmente a una pared, y con la parte interior del pie mas alejado de ella, lanzar una pelota. Hacerlo veinte veces con cada pie e ir aumentando la distancia.

12- Hacer dos marcas en el suelo a 30 pasos una de otra. Esprintar lo más rapido que se pueda de una marca a la otra, tocar el suelo con la mano, y volver corriendo. Repetir el recorrido diez veces sin parar, cronometrándose. Descansar durante 15 segundos y repetir las diez carreras. Cerciorarse de que se gira alternativamente con uno y otro pie al llegar a las marcas.

13- Correr hacia atrás lo más rápido que se pueda zigzagueando mientras se forma un ocho. Empezar con vuelta amplias, e irlas cerrando. Hacer tres series de diez vueltas (diez ochos hacia atrás), e ir aumentando hasta llegar a diez series.

14- Colocarse con un banco entre las piernas. Saltar y juntar los talones encima del banco, cayendo con cada pie en el mismo lado del que se salto. Empezar con cinco saltos consecutivos, y aumentar a tres series de diez saltos.

15- Empezar brincando con los pies juntos. Después, hacerlo a la pata coja alternativamente con cada pie. Saltar alternativamente con cada pie hacia delante, hacia atrás, y en círculos. Comenzar con un minuto, y aumentar hasta cinco minutos seguidos con cada pie.

Antes de hacer estos ejercicios, hablar con un médico para ver que no sea nada grave. En el caso en el que os digan que podéis mover el tobillo, proceder a hacer los ejercicios. En el caso en el que el dolor vuelva, dejar de hacer los ejercicios y visitar aun profesional.

Parkour: el arte del desplazamiento

"Être et durer", la norma máxima del Parkour esconde trás de sí ¿una moda, filosofia, deporte, disciplina? de lo más interesante. El planteamiento es de lo más sencillo, para ir del punto A al punto B de la manera más rápida posible debemos trazar una línea recta superando cualquier obstáculo que se interponga en nuestro recorrido. Y a esto le añadimos: de la manera más fluida y elegante posible; es ahora cuando surge el arte.

Los límites del cuerpo humano están muy lejos de ser alcanzados por el ciudadano medio, al mismo tiempo que nos hundimos ante el mínimo problema; esto es así porque cada vez más vivimos en una sociedad en la que podemos desenvolvernos sin el menor desgaste físico o mental, podemos pasarnos tranquilamente nuestra esperanza de vida como meros espectadores pasivos de ésta. Pero esto no siempre es así, hay una etapa en la vida de toda persona en la que la curiosidad, el riesgo controlado, la libertad, el deporte y el juego se entremezclan creando un sabor único y especial: nuestra infancia.

Tan sólo hay que fijarse en como estan ideados los parques de juegos infantiles para darse cuenta inmediatamente de las analogías: toboganes, puentes colgantes, barandillas verticales, vallas horizontales, columpios, balancines... con un acogedor fondo de arena o goma que nos recibirá el centenar de veces que demos con nuestras manos, rodillas y cabeza contra el suelo. Entonces nos levantamos, y seguimos jugando.

El Parkour recoje esta necesidad de juego y de libertad, y la amplifica gracias a la condición física de un adulto y su templanza para crear recorridos imposibles llenos de elegantes saltos y desplazamientos, quizas aderezados con alguna que otra pirueta. Aunque el sillón hace estragos, y al final le resulta mucho más fácil superar un obstáculo a un niño de 14 años que a un joven de 23. Por supuesto que se necesita una buena condición fisíca, consciencia de los propios límites y afán de superación, pero permitidme que os aconseje que lo probeis. Para saltar de una azotea a otra hacen falta años, pero todos podemos pasar una valla, trepar un muro o rodar en la playa; al menos haz el pino de vez en cuando, columpiate, salta a la comba o trepa a un árbol.

FISICO


Muchos han investigado y de seguro han encontrado información sobre el Parkour, los movimientos, videos, las técnicas y tutoriales que existen en la Internet, pero lo que no es muy conocido, o no hay todavía mucha información, es sobre el entrenamiento físico o acondicionamiento físico del Parkour.


Yo solía buscar solo videos para aprender las tecnificas de los traceurs de otros países, los miraba y luego salia a la calle a practicar o imitar lo que había visto, eso me llevo una vez a lesionarme la espalda, una contractura muscular en la región lumbar la cual no me dejo entrenar durante un mes, pero lo peor de todo es que no le di mucha importancia, total la lesión ya había sanado, según yo, pero no era cierto, después del mes de espera compense a saltar nuevamente sin ejercitarme debidamente en lo físico, claro que trabajaba algo como barras, planchas, cuclillas, correr, y otras cosas, pero eso no era suficiente, es en el momento que me tuvieron que operar de la columna por una hernia discal lumbar para darme cuenta que entrenarse físicamente es sumamente importante en la practica del Parkour.


Existen entrenamientos muy completos, básicos y avanzados para entrenarse físicamente, ejercicios tales como estiramiento muscular, calentamiento muscular, cuadrupedias, planchas, barras, trabajo de piernas, recepciones y muchas otras que hacen que el cuerpo se fortalezca lo necesario como para poder hacer los movimientos del Parkour sin lesionarse, para el Parkour se necesita un 80% de físico y un 20% mental, así que comiencen a entrenar debidamente su físico, poco a poco, no traten de hacer una rutina muy fuerte si recién son nuevos en la practica del Parkour, y cuando entrenen en grupo, no lleven el ritmo del traceur que tiene un nivel mas avanzado, ya que eso haría que se exijan demasiado y podría ocasionarles lesiones los cuales queremos evitar para así seguir avanzando y seguir superándonos en el Parkour.


Recuerden que cada uno sabe lo que puede hacer, no intenten a la volada ejercicios que nunca han hecho, ejecútenlos poco a poco, con rutinas de menos a mas, y sigan entrenando tanto en lo técnico como en lo físico, 50% y 50%, para así volverse cada mes mejor y tener un mejor dominio en sus movimientos, asegurar su salud y la buena condición física del cuerpo.


UN VIDEO CON VARIOS EJERCICIOS


PAWA

Muchos no saben el correcto significado de esta palabra.
Originalmente viene del ingles: PArkour Worldwide Association, es decir:
La Asociación del Parkour Mundialmente.

Esta asociación está compuesta por personas elegidas con una capacidad para poder organizar, informar, trasnmitir,etc noticias tanto de cada pais como internacionalmente SOLO de Parkour, o de las personas practicantes de dicho "deporte".

Es una asociacion SERIA e importante dentro del mundo del Parkour, ya que gracias a ella podemos estar informados de lo que sucede en otros Paises o eventos importantes tales como, por ejemplo, el Tour que hace DAvid Belle [pionero y creador del Parkour]

En España ya contamos con una Pawa, compuesta, por:

-Yunk
- Alkossis
- Pak

web PAWA España: www.pawa.es


Ahora técnicamente:

¿Qué es la PAWA ?

PAWA es una asociación creada por David Belle para mostrar, transmitir y desarrollar el Parkour por todo el mundo. PAWA significa PArkour Worlwide Association. La PAWA fue creada para difundir el Parkour por el mundo. Los recién llegados al mundo del Parkour, malinterpretan lo que es, así que uno de los objetivos de la PAWA es informar acerca de la verdadera filosofía y ayudarles a encontrar la verdadera ideología de esta disciplina.

La PAWA es un centro de imágenes
La PAWA es una agencia de periodistas
La PAWA es un estudio de creación
La PAWA es una agencia de gesti?n
La PAWA es una productora de vídeos
La PAWA es el centro histórico del Parkour
La PAWA es un centro de investigación y desarrollo (testeando zapatillas, aprendiendo más sobre las lesiones, etc.)
La PAWA es la fuente de información sobre qué es el Parkour.
La PAWA es David Belle, asociado con personal activo o asociaciones que practican Parkour, quienes sólo quieren enseñar, transmitir y desarrollar el Parkour.


Ética de la PAWA
Nuevos miembros del equipo de la PAWA no han sido elegidos sólo por sus habilidades físicas en el Parkour o por tener un buen progreso. La PAWA busca el verdadero ESPÍRITU y alma. Nadie debería romper las leyes de la vida. Nosotros tenemos una sencilla lista de reglas que debemos seguir.
Los miembros de la comunidad de Parkour siempre ayudarán a los demás a llevar a cabo sus objetivos. NO DEBE HABER COMPETICIÓN entre ellos. Nosotros tenemos un solo movimiento para conseguir un mismo objetivo: el Progreso.
Simplemente PRACTICA, nada de dinero o hablar demasiado

David Belle - Fundador del Parkour y de la PAWA
Jocelyn Demoniere -Presidente de la PAWA


Después de esto, expongo lo siguiente:

En el Mundo hay varias Pawa´s establecidas, como en Colombia, Rusia, Alemania, Francia, etc.

Sus direcciones webs son:

www.pawa.es Pawa España
www.parkour.net La Página ofical del Mundo del Parkour [Pawa "Principal"]
www.pawa.de Pawa en Alemania
www.pawa.ru Pawa en Rusia
Pawa Colombia todavia no está lista, pero pronto sí lo estará.

Recepciones

* Recepción básica: El contacto con el suelo ha de hacerse con el propósito de repartir el peso del impacto por todo el cuerpo. Los talones no deben tocar el suelo,[1] mejor mantenerlos ligeramente elevados para que sirvan de amortiguación. Las rodillas también deben estar semiflexionadas.[2] La espalda inclinada hacia adelante, con las manos por delante para tenerlas preparadas por si es necesario utilizarlas.
* Rotación: Esta técnica servirá de recepción a un salto en velocidad, es una voltereta apoyada en un omóplato (el que sea más cómodo, rodando oblicuamente sobre la espalda), que nos permitirá evadir parte del impacto de la caída, después de una recepción con mucha inercia hacia delante.
* Recepción de un salto de precisión: Se realizará con la parte delantera de la planta del pie (entre la bola del pie y los dedos), semiflexionando las rodillas[2] y la espalda de manera que repartamos el impacto del salto lo más equitativamente posible por el cuerpo, y también para aguantar el equilibrio.
* Recepción de salto de brazo: Se realizará con la parte delantera de la planta de los pies y las manos en la parte superior del obstáculo. Si es una valla, se flexionarán las rodillas para amortiguar el impacto. En un muro, normalmente se dejan resbalar las piernas hasta quedar colgados del muro sólo con las manos.
* Recepción en rama: Se recepcionará en una rama únicamente con las manos, pero dejándonos balancear para evitar un golpe seco en los brazos y la espalda. Hay que tener cuidado de no caerse hacia atrás cuando estamos en la parte delantera de la oscilación (la primera oscilación).

# ↑ En el caso de que una recepción se haga con los talones, la mayoría del impacto iría a parar a la columna vertebral, lo que podría producir una seria lesión, una hernia discal, una contractura, etc.
# ↑ a b No más de 90º, si no estaríamos dañando los meniscos de las rodillas

Historia del parkour

A principios de los 80, en Evry y Lisses (barriadas de París), surgió un movimiento. Un grupo de jóvenes motivados y adiestrados por Raymond Belle (ex-soldado vietnamita, y del cuerpo de bomberos francés instruido en el Método Natural de George Hébert), entrena y se prepara físicamente, inspirados en la aplicación del Método Natural en el ámbito urbano, con una idea principal: Ser fuertes para ayudar y proteger a sus familias.

Llamaron a este movimiento principal “El arte del desplazamiento”, y al grupo que formaban, David Belle, Châu Belle-Dinh, Williams Belle, Yann Hnautra, Laurent Pimontesi, Séastien Foucan entre otros, “Yamakasi”, que proviene del Lingala (Ya makási), una lengua africana, y significa "Cuerpo fuerte, espíritu fuerte, persona fuerte".

El deporte, que ellos convirtieron en disciplina, consiste en preparar el cuerpo y mente, para desplazarse por cualquier entorno, ya sea urbano o natural, de una manera eficiente, fuerte, rápida y bella. Para ello se valen de saltos, carreras, movimientos sobre obstáculos, equilibrios… Como auténticos animales, sin pararse ante ningún obstáculo, todo puede ser superado. Esta misma filosofía de entrenamiento, es también aplicada a la vida, lo que hace que este arte, el arte del desplazamiento, sea también un arte de vivir, sea una filosofía de vida sobre la que priman unos valores familiares, de hermandad, de respeto, de coraje, de lucha, y autosuperación.

Después de un tiempo, hubo diferencias entre algunos de los miembros del grupo, y dos de sus integrantes más famosos, David Belle y Sébastien Foucan decidieron separarse, y buscando en primera instancia un mismo camino, decidieron renombrar el arte del desplazamiento, y llamar a lo que ellos hacían, “Parkour” (recorrido en francés), y de esta forma acoger y entrenar a nuevos jóvenes interesados en la disciplina, y poco a poco hacer que su Parkour se fuese haciendo más conocido entre la gente que sentía curiosidad. Más tarde, Foucan, también quiso desmarcarse, esta vez del Parkour, y por otra vía, a la que denominó “Free running”, popularizándola sobre todo en el Reino Unido gracias a documentales centrados en su persona como “Jump London” o “Jump Britain”.


Sin embargo, esto no son más que nombres, y su práctica está derivada de aquel movimiento principal llamado “arte del desplazamiento”(add).

A nivel de entrenamiento, la condición física, es algo vital para poder desarrollar y crecer en la disciplina deportiva. Es necesario un correcto acondicionamiento para proteger y preparar el cuerpo para los saltos y recepciones de todo tipo de movimientos. De esta forma, también se pueden prevenir lesiones de cualquier tipo debido a las exigencias de la práctica continuada. Entonces, el practicante, debe estar siempre en continua evolución y mejora de su estado de forma, así como coordinación, flexibilidad, agilidad…

Es importante asimilar las técnicas, porque en un primer momento éstas seguirán siendo técnicas hasta que las asimilemos plenamente, en ese momento dejaran de ser técnicas para convertirse en un reflejo natural (gesto deportivo).
La belleza de un movimiento consiste en que este sea puro, que no aparezca como algo artificial y buscado...

Como último punto, destacar la filosofía y valores que entraña el add. El espíritu de superación, la hermandad y ayuda entre los practicantes, la humildad, el respeto y el coraje de seguir siempre hacia delante en la lucha por conseguir los objetivos personales tanto en el ámbito deportivo como en el personal, son los rasgos que hacen crecer cada día la práctica del add/parkour en todo el mundo.